domingo, 20 de abril de 2014

Delirios en un día gris

Y lo sientes, miras hacia atrás, y te das cuenta que no ha pasado tanto tiempo. No el suficiente para borrar cada una de esas profundas huellas que te quedaron marcados, muy adentro. Nunca hubieras imaginado que fueses tan débil, tú misma pensabas que eras como la "dama de hierro" que nada ni nadie podría vencerte. Y mira por dónde, que ahora te vences tu sola por pequeños detalles que aunque son invisibles a la vista, no lo son para el alma. Detrás de esos detalles, hay grandes personas, que aunque sabes que no se han ido para siempre, no volverás a tenerlos de la misma manera en tu vida. Nunca volverán a desempeñar la misma función, por mucho que necesites que sea así. Las cosas hay que aceptarlas como vienen, pero... ¿y si no crees que sea lo justo? ¿Si quieres con todas tus fuerzas arreglar los errores del pasado para que nunca más tengas que volver la vista atrás? Inténtalo, todas las veces que puedas. Y te darás cuenta que si querían intentarlo 1000 veces, sólo tendrás fuerza para intentarlo 100. Porque cada intento fallido, te restará un poco de ilusión para seguir. Y ten cuidado si te sale bien, porque las segundas oportunidades no suelen funcionar, a no ser que hayas salido de una película de Hollywood donde todo se arregla, al final. Las cosas buenas no deberían cambiar nunca, porque cuando faltan, te hacen sentir incompleto.