Soy tímida y extrovertida a la vez. Soy la que te hará reír todos los días y la que te sacará una lágrima con su palabrería. Me gusta comer pizza, despertarme a las doce justo antes de comer, bailar hasta no poder más, hablar sola, llorar en mi almohada, reírme de mis defectos, montar en mi atracción preferida mil veces hasta vomitar, mirar las estrellas, comerme una tarrina grande de helado, poner las piernas en el respaldo del sofá, ponerme unos tacones y hacer de modelo por el pasillo, pintarme los labios de rojo y darle besos al espejo, mirar con cara de asco a los que me caen mal y cambiarle a mi hermana las cosas de sitio por la noche.

Soy diferente, lo sé, y eso me gusta, y al que no le guste que no mire